Este blog se dirige a una comunidad de investigadores del arte interesados en evaluar los valores de las manifestaciones artísticas en sus contextos históricos sincrónicos y diacrónicos, desde la perspectiva de la dialéctica cultura oficial – contracultura juvenil. La autora, Mihaela Radulescu, es docente e investigadora semiótica.

lunes, 12 de noviembre de 2012

De la cultura pop a la cultura punk y la cultura glam


La cultura pop tiene un vínculo complejo con la sociedad de consumo, que – en estos momentos – las relaciona de manera casi definitoria. Si bien en los inicios  el juego pop tuvo una carga variable de ironía, oposición y construcción alternativa de espacios, en la actualidad,  la cultura de consumo ha encontrado en la cultura pop una vía amigable de llegar a la gente, sobre todo a la gente joven, a la cual le ofrece no uno sino varios espacios de realización de sus deseos de difuminar los límites entre la fantasía, concebida como una fiesta de la imaginación, y la realidad, la cual – además del gusto cada vez mayor por los simulacros – ha adoptado la apariencia de la vida como fiesta, a través de objetos y escenarios. Esta tendencia de la cultura pop, de ir al encuentro de la sociedad de consumo en una especie de fusión ventajosa para el culto al artificio, bajo pretexto de exaltación de la creación y la fantasía del individuo, ha sido motivo de rechazo del pop por otras culturas alternativas, que surgen en coexistencia con la cultura pop: la cultura punk y la cultura glam. La cultura punk, en la cual se reconoce el impulso autodestructivo beat, lleva al grupo el deseo de destrucción, anárquico y sin horizontes, pero no falto de cierto sentido de la celebración de su expresión. La celebración punk es una fiesta al revés, en el sentido de que no se trata de un estado de ánimo eufórico, aunque si se trata de un estado de ánimo exaltado. Es significativo que esta fiesta al revés invade todos los territorios de la creación, a la vez que invade las calles y los hogares. Por su parte, la cultura glam cultiva un alto grado de exageración, que la relaciona más que todo con los espacios de espectáculo,  y pone en marcha una sobredimensión de las cosas que comparte con el punk, pero su realización va en otra dirección. Mientras que el punk iba del pop hacia el “ submundo”, hacia la realidad visceral de la psicología del individuo y del grupo , dominada por el enojo, el glam iba en la dirección contraria , hacia la evasión completa en el “sobremundo” de la imaginación, donde la fantasía no obedece a las reglas y vive una especie de cuento de hadas surrealista. El punk cultiva una especie de infierno, el glam una especie de paraíso, mientras que el pop se dedica a reformular y rediseñar la realidad cotidiana. Porque  tanto el infierno punk como el paraíso glam son vocaciones exploratorias de realidades simbólicas  mientras que la realidad pop es una alteración de la propia realidad. No obstante, más allá de las claras diferencias, las tres culturas comparten la frenética búsqueda de la fiesta, como integración social, simbólica y esencialista.

Fiesta pop:


Fiesta punk:







Fiesta glam:








¿ A qué se debe la presencia nuclear del concepto de fiesta en estas tres culturas ?
Mihaela Radulescu / 12.11.12